A menudo se dice que ¡Antes las frutas y verduras tenían un sabor mucho mejor! ¿Es Así?
La academia de agricultura de Francia en Paris, custodia los estudios sobre variedades de plantas antiguas. En ella se encuentra un libro que contiene la tabla nutricional de frutas y verduras de hace 60 años, para cada variedad se enumera su contenido en vitaminas y minerales. Las comparaciones con los análisis actuales muestran que efectivamente muchas frutas perdieron parte de su valor nutricional. ¿Qué Sucedió?
El Bioquímico Donald Davis da conferencias sobre este tema «La pérdida de Nutrientes en los Alimentos» en la universidad de Austin, Davis investiga el desarrollo de 43 variedades de verduras entre 1.950 y 1.999 y su análisis es que, la mayor parte de esta disminución de nutrientes tiene directa relación con el aumento de la producción.
El Tomate es uno de los frutos que más ha perdido nutrientes. Esto tiene directa relación con la variedad y semilla a cultivar. Cultivadores de todo el mundo compran semillas hibridas a grandes compañías agrícolas, estas mediante la Ingeniería genética producen las semillas de tomates larga vida, donde cruzan una variedad de tomate tradicional con uno que tiene un gen modificado que retarda la maduración, un tomate larga vida pueda durar hasta 25 días antes de comenzar a pudrirse en relación a los 7 días que duraría un tomate tradicional, por ende en un supermercado solo el tomate hibrido podría estar en la góndola por tres semanas, pero la eterna juventud tiene su precio, el gen que retarda la maduración restan sabor y aporte en nutrientes: Calcio -63%, Magnesio -29%, Vitamina C -72%, Licopeno -58%, Polifenoles -56% está perdida de nutrientes tiene directa relación con la perdida de sabor.
Solo una de estas grandes compañías agrícolas el año 2018 genero ventas por 1.900 millones euros. Un kilogramo de semillas hibridas de tomate Cherry amarillo, puede llegar a costar 400.000 euros o más lo que equivale a más de 352 mil millones de pesos chilenos, semillas más valiosas que el oro.
Estas semillas son producidas en 22 países con bajos salarios los tres principales son: Chile; India y Tailandia entre otros.
“Semillas Sucias” En el año 2015 se publico un estudio de la organización de derechos humanos Holandesa Ariza, sobre el trabajo infantil y la explotación de la mujer, en él se asegura que el 16% de los trabajadores son menores de 14 años ya que según los agricultores productores de semillas hibridas los niños son más rápidos en los trabajos repetitivos y son mas obedientes, pero en la producción de semillas solo trabajan mujeres a las cuales se les paga solo el 60% del salario mínimo legal.
Si las grandes compañías pagaran solo 26 euros mas por kilogramos de semillas el agricultor que contrata solo mujeres podría pagarles el salario mínimo legal. Pero las grandes compañías que venden en promedio a 60 mil euros el kilogramo de semillas de tomate hibrido se niegan a hacerlo.
En el año 2020 el 60% de la producción de semillas comerciales del mundo son propiedad de cuatro gigantes químicos: Bayer Monsanto; Down Dupont; Syngenta y Limagrain, para estas corporaciones la BioDiversidad no juega ningún papel.
Olivier De Schufter, Relator Especial de la ONU (2008-2014) Por el Derecho a la Alimentación, trabaja en un equipo internacional de expertos en sistemas alimentarios sostenibles. En 2009 advierte al mundo de la perdida del 75 % de las variedades de vegetales, advierte que necesitamos las reservas naturales de una flora variada si queremos hacer frente a amenazas impredecibles.
Los negocios con plantas incluyen productos fitosanitarios, tres de los cuatro lideres mundiales del mercado de semillas también producen pesticidas.
Esto convierte a la semilla hibrida en el caballo de troya de los agroquímicos cada año se arrojan a la tierra cuatro toneladas de pesticidas.
Esto significa para los pequeños productores en países en desarrollo su agricultura ya no es competitiva y capaza de subsistir, somos testigos de la destrucción progresiva de la agricultura rural en todo el mundo.
Cada vez protestan más consumidores y agricultores, piden semillas libres, semillas naturales que no pertenecen a los pocos grupos agroquímicos, y oponen resistencia.
La asociación Kokopelli trabaja en un valle aislado, el objetico es proteger del olvido
Las plantas tradicionales, la colección de semillas incluye más de 2.400 tipos de verduras.
Kokopelli organiza la iniciativa semillas sin fronteras, donde envían semillas cada año a distintas partes del mundo, para trabajar en su cuidado y preservación.
(Extracto Documental El Cartel De Las Semillas)
“La alimentación y la medicina no son dos cosas diferentes: juntas forman la cara y la cruz de una moneda. Las hortalizas cultivadas químicamente pueden ser consumidas como alimento, pero no pueden ser utilizadas como medicina” Masanobu Fukuoka.